sábado, 14 de noviembre de 2020

Carta de la Beata Madre Tránsito Cabanillas a una mujer de hoy

  Mi querida amiga:

                            Esta carta es para vos, que tenés una foto mía en tu bolso, en tu mesita de luz o pegada con cintex en la humilde pared de tu cocina.

                            Estas palabras son para vos, que me mirás entre lágrimas porque sentís que ya no sos niña, que la vida se te abalanza y a tu alrededor todo parece una selva...o quizás sientas que tu matrimonio peligra, o tu hijo tiene triste el alma, o tu mamá está grande y demasiado sola y te cruzás la ciudad para verla (porque tu casa es chica y no te la podés traer con vos).

                            El otro día me decías “¡Ay Madre, que difícil se
me está poniendo la vida!”. Yo me senté a tu lado, te abracé sin que lo notaras e intenté decirte muchas cosas... pero no me escuchabas, pues tenías demasiado lastimada el alma.

                            Por eso quise escribirte... para que tengas este pedacito de mi corazón a tu alcance cuando la soledad te inunde... cuando tengas  más preguntas que respuestas... cuando tus pasos ya no atinen caminos...

                            Quiero contarte lo que fui aprendiendo en medio de dolores y alegrías, errores y aciertos, sueños y desilusiones. No importa si yo escribía a la luz de una vela y vos mandás correo electrónico, o si yo caminaba de San Vicente al centro y vos vas en ómnibus. Ésos, amiga, sólo son detalles técnicos...

                            Verás, la Virgen Santísima ha tejido para mí una canastilla nueva. En ella voy recogiendo tus dudas, tu soledad, tus angustias y alegrías y, cada día, se la presento a María y ella me la devuelve tornada en gracia y ternura para tu alma.

                            Pero esos regalos sólo puedo entregártelos si tenés abierta la puerta de tu corazón (recordá, sólo se abre por dentro).. Quizás vos te preguntés: “¿Cómo hago para mantener abierta esa puerta? Si el viento helado de la soledad o las tormentas del dolor y la angustia la cierran de un portazo, muchas veces a mi pesar”.

                             Te propongo que caminemos, dentro de tu corazón, desde San Vicente hasta la plaza San Martín. En tan largo trayecto, te iré contando que lo primero que debés hacer al despertar es decirle a Nuestro Señor:”Solo a Vos os amo”, y con este pensamiento se te quitará toda pereza. Si sos puntual en la observancia de tus deberes, y ofrecés tus esfuerzos a la Virgen, ella te ha de alcanzar toda la gracia que necesitás y las virtudes que te faltan. Durante el día, hablá mucho con el Señor en la oración. Cuando salís al patio a tender la ropa, tomate un minuto, elevá tus ojos al cielo y agradecé que tengás ropa para tender... en el mundo hay pobres que no la tienen ni para ponérsela.

                             En esta Cuaresma, recordá el gesto de Jesús al lavar los pies.  Vos podés hacerlo de muchas maneras: Perdonando a quien te ha lastimado, sonriendo a esa vecina que resulta tan molesta, visitando a esa abuela del barrio que “esta bien” pero siente que el día tiene demasiadas horas. Te prevengo que tu orgullo se alzará a los gritos. No lo escuchés. Solo imitá a Jesús que nos dio ejemplo de tanta humildad.

                           Recuerdo que acostumbraba a refugiarme, todos los días, en la llaga de su Santísimo Costado y de allí sacaba las fuerzas que necesitaba yo, pobrísima criatura suya.

                             Pedíle a Jesús la gracia de saber aprovechar tantos y tan diversos medios de que se vale para conducirte a El, con seguridad. Pedíle que te dé a conocer el verdadero espíritu con que debés conducirte en todo y su santo amor sea el móvil de todas tus acciones. Mirá, nos vamos acercando a la plaza... He querido mostrarte muchos caminos, que van directo a la puerta de tu corazón... Cuando sientas que ya no tenés fuerzas, que la vida te pasa por encima, continuá caminando hija, recordá que detrás de la puerta te espera una canastilla repleta de gracia y ternura, que María te ha mandado a través de esta amiga que tanto te quiere y te bendice de corazón

María del Tránsito Cabanillas de Jesús Sacramentado. 

Autora: María Susana Ratero

susanaratero@gmail.com

Publicado en "Palabras, bajo el manto de María"

(Las palabras en cursiva corresponden a textos adaptados de cartas de M. Tránsito)

 

Homenaje a la Beata Madre Tránsito Cabanillas de Jesús Sacramentado

(San Vicente es el barrio de la ciudad de Córdoba, Argentina, donde Madre Tránsito funda la orden y la primera escuela, Santa Margarita) 

El viento, en San Vicente,
tiene una extraña tonada,
cadencia de solitarios pasos,
crujir de canasta cansada.

Llega puntual a la cita,
remolinos para su dama,
frente a Santa Margarita,
aguarda cada mañana.

Más, ya no se abre la puerta,
no cruje ya la canasta,
su dama de negro velo,
en la Capilla descansa.

Parte, solitario y lento,
ritual de cada mañana,
de San Vicente al centro,
por conservar sus pisadas.

Repetida ceremonia,
canción de hojas y viento,
para que no se olvide Córdoba,
que hay huellas de santidad,
de San Vicente al centro.

María Susana Ratero
susanaratero@gmail.com
Esta poesía la escribí
 hace muchos años
 y se halla publicada,
 desde entonces,
 en
 www.autorescatolicos.org)

Mis Libros, para DESCARGAR GRATIS