Jorge es un joven español
que murió de leucemia,
luego de varios años
de
enfermedad.
Yo recé por él
sólo el último año de su vida,
sin conocerle.
Las
palabras entre comillas,
en la poesía, son suyas.
No conocí tu sonrisa
ni escuché tu voz
y tu no sabías
ni quién era yo.
Mi corazón cruzaba
ese mar distante,
para llegar a tu lecho
y en tu dolor, inclinarse.
Dejaste huella en mi alma,
sin sospecharlo siquiera,
fue tu dolor, enseñanza,
tu paciencia, escuela.
Una paz heroica,
en tu dolor cansado,
crecía en cada abrazo,
con Jesús Sacramentado.
Te empecé a conocer
después de tu partida,
“Estad siempre alegres”
el lejano mar repetía.
Y el viento me trajo
tu consejo mejor:
“Nunca dejes
de tratar al Señor”
Te fuiste de esta tierra
en majestuoso vuelo,
Jorge Ribera
“¡nos vemos en el
Cielo!"
Desde Argentina, respetuosamente,
María Susana Ratero
susanaratero@gmail.com
Hermosa poesía y delicada referencia a tu amigo lejano.
ResponderEliminarQue hermoso tu cariño hacia èl, conocièndolo sin conocerlo sin conocerlo.
Estomada Susana: hermosa y misericordiosa poesía para tu Desconocido-conocido amigo, que padecía de leucemia. Seguro que en algún lugar
ResponderEliminarRecibió tu hermosa poesía.
Bendiciones de Dios para vos y tu familia.
Richard